Rendición
Este trabajo pretende aleccionar a nadie sobre quién hizo qué o qué fusilado está mejor fusilado. Sólo es un intento, a partir del paisaje, de conservar la memoria de unos hechos que marcaron el devenir histórico de la población española de la segunda mitad del s.XX. Unos hechos que poco a poco están siendo olvidados por las nuevas generaciones, pues ya les queda algo lejos, y que no pueden ser desdeñados. Como decía mi abuelo paterno “En aquella guerra nos matamos mucho y de mala manera.”

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con iglesia en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo
Las ruinas siguen, y seguirán durante años, en la cima de la loma que reina sobre una llanura de yeso y sal. (Ander Izagirre para el Diario Vasco.)

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con edificios en ruinas David Salcedo

Paisaje del campo de batalla del pueblo de Belchite viejo con la cruz de clavos hechas por esclavos David Salcedo
